Texto: Lucas 15: 1-7
1 Se acercaban a Jesús todos los
publicanos y pecadores para oírle,
2 y los fariseos y los escribas
murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
3 Entonces él les refirió esta
parábola, diciendo:
4 ¿Qué hombre de vosotros,
teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el
desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
5 y cuando la encuentra, la pone
sobres sus hombros gozoso;
6 y al llegar a casa, reúne a sus
amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja
que se había perdido.
7 Os digo que así habrá más gozo
en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos
que no necesitan arrepentimiento.
Oración de contacto: revisemos la
siguiente historia…
Historia secular: Rebecca es una
señora de avanzada edad, hace varios años tiene limitada su movilidad debido a
un accidente por el cual ahora necesita de ayuda para movilizarse. Rebecca
siempre fue muy activa en su servicio al Señor, cuando sufrió este accidente
pidió en oración la dirección al Señor para saber cómo haría de ahora en
adelante para continuar sirviéndole. Rebecca en ese momento identificó una
oportunidad, ella miro a un costado de su cama y vio el directorio telefónico y
el teléfono, en ese momento el Espíritu de Dios le mostró una nueva forma para
continuar sirviéndole. Desde ese entonces Rebecca cada día ha estado mirando su
directorio y llamando a diferentes personas que jamás ha visto a quienes les comparte
el evangelio a través del teléfono.
El problema: Al primer problema
muchas veces el hombre se rinde y no busca la forma de restaurar su servicio a
Dios
Necesidad sentida: es necesario
que sepamos sobreponernos a las dificultades y servirle de todo corazón.
Introducción al contexto bíblico:
revisemos un poco el contexto en el que se enmarca el pasaje leído al inicio
Contexto Bíblico: en medio de una
serie de parábolas dictadas por el Señor se lista esta parábola de la oveja
pérdida la cual aparece junto a la del hijo pródigo y la de la moneda pérdida
donde el Señor muestra la necesidad humana de volverse a Dios, donde muestra la
realidad de que hay una humanidad que se pierde mientras que muchos en la
religiosidad les miran pasivamente.
Tesis: Cada uno tiene un rebaño
que apacentar y dirigir
Pregunta homilética: ¿Cuál es ese
rebaño que apacentar y dirigir?
1. Cada
creyente es un pastor en su círculo de influencia
Cada uno de
nosotros vivimos en medio de personas que aún no conocen a Cristo, personas que
miran cada una de nuestras decisiones, de nuestros actos y de nuestro
comportamiento frente a las diferentes cosas. Muchos de ellos quizás nos critiquen,
pero en el fondo tienen es una serie de dudas o confusiones respecto al porque
nosotros actuamos diferentes al resto.
De ese modo cada uno de nosotros hemos sido puestos en los lugares en
los que nos encontramos con el propósito de ser luz en medio de ese lugar, de
ser ejemplo para cada uno de ellos y de irles enseñando las verdades del
evangelio no solo a través de palabras sino principalmente de nuestra forma de
vida.
2. Cada
creyente tiene amigos, vecinos, compañeros de trabajo descarriados
Al llegar a
nuestros vecindarios, escuelas, trabajos nos encontramos con un número
importante de personas que aún no han conocido a Cristo, quizás usted diga que
ya a muchos de ellos les ha compartido y han rechazado al Señor, pero eso no
indica que usted deba seguir orando por ellos, eso no indica que usted deba
seguirles hablando cuando tenga otra oportunidad y mucho más cuando vea que una
situación se presente en sus vidas.
Cada uno tiene
la oportunidad de dirigir a otros a los pies de Cristo.
Cada uno de
nosotros identifica situaciones en la vida de los que nos rodean que pueden ser
oportunidades para presentarles a Cristo.
Cada uno tiene
la oportunidad de brindar una mano amiga o una voz de esperanza en medio de
situaciones difíciles de quienes nos rodean y a través de ello mostrarles el
amor de Dios.
Bajo este
enfoque entonces podemos entender que cada uno tiene a su disposición un sitio
en el cual ganar almas para nuestro creador, no tenemos excusas para no
compartir, inclusive hoy con las redes sociales tenemos una oportunidad solo
que si usamos esta no podemos bajo ninguna circunstancia permitir que contenido
no agradable a Dios sea parte de nuestros likes o de lo que compartamos de
forma mezclada con el evangelio puesto que entonces se perdería el sentido del
mensaje que tratamos de compartir.
3. Cada
creyente tiene la oportunidad de alcanzar a otros para Cristo
La falta de
conocimiento bíblico, vergüenza para hablar en público y cosas como estas son
excusas que muchas veces se utilizan para no evangelizar; pero como hemos visto
no tenemos que hacerlo delante de desconocidos para cumplir con el mandato, no
tenemos que hacerlo delante de una multitud para cumplir con el mandato, no
tenemos que hacerlo tras un púlpito para cumplir con el mandato; lo que
realmente tenemos que hacer es estar atentos ante las oportunidades que se nos
brindarán de compartir las buenas nuevas de salvación y eso empieza con nuestra
vida siendo el reflejo de lo que aprendemos de Cristo nuestra propia vida y los
cambios que en ella se dan son la mejor manera de hablarle de Cristo a los
demás, luego veremos gente que se acercará por si misma a preguntarnos porque
actuamos de ese modo y allí tendremos puerta abierta para compartirles, no
necesitamos un conocimiento extenso de la Biblia sino más bien hacer lo que
mandaba el Señor a que hicieran muchos de los que sanaba “Contar cuan grandes
cosas Dios ha hecho con nosotros”.
Hoy tenemos la oportunidad primero de
pedirle perdón a Dios por todas las oportunidades que no hemos sabido
aprovechar, pero también tenemos la oportunidad de pedirle a él que abra
nuestros ojos espirituales a fin de que podamos ver las oportunidades para
compartirles a otros.
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