Juan 6:35-40 (versión Reina - Valera 1960)
"35 Jesús les dijo: Yo soy el pan
de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mi cree, no tendrá
sed jamás.
36 Mas os he dicho, que aunque me
habéis visto, no creéis.
37 Todo lo que el Padre me da,
vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
38 Porque he descendido del
cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
39 Y esta es la voluntad del
Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino
que lo resucite en el día postrero.
40 Y esta es la voluntad del que
me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna;
y yo le resucitaré en el día postrero."
¿Has estado alguna vez dudando
respecto a si Dios está interesado en ti?
¿Te has puesto a pensar si hay
alguna evidencia que demuestre que realmente el quiere que estés con él por la
eternidad?
Pues en esta oportunidad vamos a
revisar a la luz del pasaje leído al inicio cual es la voluntad de Dios para ti
y tu familia
Iniciemos por analizar de forma
desglosada dicho texto:
1. Jesús
el pan de vida v.35
“Jesús les dijo:
Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mi
cree, no tendrá sed jamás.”
En este texto
Jesús indica que el que le prueba no volverá a tener hambre, ni tampoco sed.
Esto al escucharlo de inmediato pensamos en el hambre y sed física pues en
verdad Jesús está hablando de que él es el único medio para saciar tu sed y
hambre espiritual, no hay otro medio a través del cual el hombre pueda llenar
ese espacio en su interior. Jesús está allí hablándonos de que al aceptar ese
pan de vida que es él como nuestro salvador entonces veremos saciado ese vacío
espiritual que había en nuestras vidas. Solo
tu eres responsable de aceptar ser saciado por Cristo
2. Todos
hemos visto a Jesús, pero no todos creen. V.36
“Mas os he
dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.”
Es muy probable
que usted esté pensando en que no ha visto a Cristo, sin embargo Jesús dice que
le vemos en medio de su creación, en medio de las personas, en medio del
necesitado, pero que en verdad preferimos ignorarle. Todos hemos visto por lo
menos a una persona que al buscar a Cristo ha recibido una transformación en su
forma de actuar y pensar, todos hemos visto o escuchado de una persona por la
cual se ha orado y que ha recibido sanidad, todos hemos visto en estas cosas a
Cristo actuar. Es a esto a lo que Jesús se refiere, todos hemos sido testigos
de cómo aún hoy el hace su obra entre nosotros, sin embargo, aun preferimos no
creer.
3. El
que a Jesús va, jamás él le echará afuera. V.37
“Todo lo que el
Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.”
Dios ha dado a
Jesús la potestad de ser el Salvador, el único mediador entre Dios y el hombre,
en medio de esto Jesús nos dice que el que va a él, él no le echará fuera. Esta
es una promesa maravillosa en la cual usted puede estar seguro de que sin
importar lo que usted haya hecho en su vida pasada, sin importar lo que en el
presente este haciendo, Jesús está interesado en darle salvación, solo es
necesario que le demuestres tu fe a través del arrepentimiento de pecados y de
seguro él te recibirá y te perdonará. Puedes
confiar en que como lo prometió nunca te echará fuera, nunca te desechará si te
acercas sinceramente a él y le confiesas tus faltas.
4. Jesús
vino a cumplir la voluntad de Dios.v38-40
“38 Porque he
descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me
envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que
me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado:
Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le
resucitaré en el día postero.”
En sus propias
palabras Jesús nos dejó evidencia de su propósito y de la voluntad de Dios, el
propósito de Jesús fue venir a cumplir la voluntad de Dios, la cual es salvar,
rescatar a todo el que está lejos de él, todo el que vive en pecado y decide
buscar de Dios para que él le ayude.
Hoy has conocido la voluntad de Dios de
salvarte, has conocido que Jesús vino a ser ese medio para salvarte, sabes que
prometió no rechazarte ni echarte fuera y que prometió saciar tu hambre y sed
espiritual ¿qué decides seguirás lejos de él?
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