Texto: Marcos 9:23-24 (versión Reina - Valera 1960)
"23 Jesús le dijo: Si
puedes creer, al que cree todo le es posible
24 E inmediatamente el
padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad."
Revisemos brevemente la siguiente historia...
Raúl es
un hombre de fe que ha experimentado una serie de situaciones complicadas como
la pérdida de su empleo producto de un malentendido, ha sido juzgado producto
de que se ha alejado de las cosas del Señor a tal punto que el mismo ha
empezado a dudar de si en realidad Dios quiere hacer algo por él. Varias
personas se han acercado y le han aun incrementado sus dudas, pero un día
orando le pidió a Dios que si en verdad era su interés verlo en sus cosas le
restaurará en lo que él servía que era trabajando con los jóvenes, esto en
verdad él lo veía como algo muy complicado puesto que llevaba ya varios meses
alejado de las cosas del Señor. Al poco tiempo se acercó a él un joven de los
que él atendía cuando ministraba a pedirle consejo y Raúl amigablemente se sentó
a escucharlo y le apoyó en medio de su situación y hasta oraron juntos, esta
misma escena se empezó a repetir y ya eran más de 4 los jóvenes que se habían
acercado a él con problemas a lo que Raúl entendió que era la forma en que Dios
le decía si estoy interesado en ti, vuelve que te quiero en mis caminos.
El problema: El ser
humano trata de resolver las cosas por sus propios medios y solo acude a Dios
cuando se ve acorralado sin salidas
Necesidad sentida: es
necesario que aprendamos a ir a Dios aun en las cosas sencillas
Contexto
bíblico: Estos
versos son parte del relato de la sanación al muchacho endemoniado, el mismo a
quienes sus discípulos habían intentado echar el demonio que le atormentaba y
no habían podido.
¿Porqué Jesús afirmó que al cree todo le es
posible?
1.
Había acontecimientos que los habían hecho
dudar. V18
“el
cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los
dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no
pudieron”
El
evento señalado en el texto donde los discípulos del Señor habían fracasado al
intentar echar el demonio que atormentaba al muchacho más que ayudar, había
incrementado las dudas no solo en el padre del muchacho sino en la muchedumbre,
esto había ocasionado que las esperanzas de verlo recuperado se redujeran.
Muchas
veces en nuestro andar cristiano nos encontraremos con situaciones que nos van
a hacer menguar o reducir nuestra fe, debemos ser conscientes de ello; ya que
de lo contrario nos estaríamos exponiendo a apartarnos y dejar de confiar en lo
que Dios puede hacer por nosotros.
2.
Había mucho tiempo sufriendo. V21
“Jesús
preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde
niño”
Otro
evento importante es el tiempo que llevaba sufriendo el padre de aquel muchacho
y el muchacho como tal; ya que la palabra aquí señala que era un muchacho y
tome en cuenta que no hay una edad determinada señalada pero en la costumbre
judía se hablaba de muchacho hasta los 30 años por lo que es difícil determinar
el tiempo exacto, otro ejemplo es David cuando fue a pelear con Goliat y se
habla de que tenía alrededor de 15 a 17 años, por lo que es difícil indicar la
edad exacta; pero si lo contrastamos con este verso 21 se habla que desde niño,
por lo que en realidad estamos hablando de que no era un par de días, sino años
bajo esta situación.
Así
mismo nosotros podemos correr el riesgo de que el mucho tiempo bajo una
situación nos haga dudar del poder de Dios para librarnos de ello. Es
importante que no perdamos de vista que Dios nos ha prometido que todas las
cosas nos ayudan a bien a los que conforme a su propósito hemos sido llamados.
Por lo que si Dios permite alguna situación por largo tiempo es por nuestro
propio bien no porque se haya olvidado de nosotros, tener esto en cuenta nos
ayuda a no darle cabida a las dudas de si él quiere o no hacer algo por
nosotros, sino más bien a interesarnos en cuál será el propósito de dicha
situación para nuestras vidas
3.
La clave para ver el actuar de Dios. V24
“E
inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad”
Para
el padre de este muchacho hubo un evento muy particular que le permitió ver la
mano de Jesús actuar sobre su hijo y fue su expresión de fe señalada aquí en el
verso 24 “Creo, ayuda mi incredulidad”, en esta expresión no solo contestaba la
pregunta, sino que le pedía propiamente al Señor que le incrementará su fe, que
le ayudará a confiar más plenamente.
De
este mismo modo es importante que nosotros hoy día tengamos esa confianza y
poder así declararle al Señor no solo con palabras sino con hechos que
confiamos en que puede hacer algo por nosotros o en medio de lo que le estamos
presentando en oración. También es importante que expresemos esto que dijo el
padre del muchacho, ayuda a mi incredulidad, pues nunca nuestra fe es
suficiente, siempre debemos enfocarnos en que es necesario aumentar nuestra fe
y por ello es importante pedirle al Señor que la incremente pues la fe no es
nuestra sino un don de Dios, por lo que la mejor forma de incrementarla es
pidiéndoselo a él.
El verdadero discípulo de Cristo es
aquel que cree que el Señor actúa aun en lo imposible ¿lo crees?
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