(Basado en Lucas 4:1-13)
En un cuento popular se habla de que en un
momento Dios le pidió a un hombre que empujara con todas sus fuerzas una gran
roca que estaba cerca del lugar donde él vivía y así lo hizo por varios años,
luego de mucho tiempo y mientras este hombre empujaba la roca, Satanás se
acercó a tratar de convencerle de que ya dejara de hacerlo a lo que le dijo que
si no veía que por más esfuerzo que había realizado no había logrado mover
dicha roca, el hombre medito en lo que había escuchado y pensaba en que era
verdad que no había logrado mover ni siquiera un poco dicha roca, pero el Señor
aquí le hizo ver que su condición física si había cambiado, ya no era el hombre
débil de hace unos años y así pudo continuar empujando la roca pues ya veía un
propósito en seguir haciéndolo
El problema: en medio de la tentación le prestamos mas
atención a lo que nos ofrece Satanás que a lo que Dios nos ha prometido
Necesidad sentida: es necesario que seamos más leales a
Dios.
Veamos brevemente el contexto
de estos versos. Aquí tenemos uno de los momentos iniciales
del ministerio de Nuestro Señor Jesucristo, aquí estaba preparándose para la
dura tarea que venía por delante de preparar y levantar su Iglesia, el Señor
aquí pasaba por un gran ayuno y esto lo aprovecha Satanás para tentarle, aún
Jesús no tenía seguidores, ni tenía un ministerio terrenal establecido sino
apenas estaba por iniciar su tarea.
Pregunta homilética: ¿cuáles son estos tipos de tentaciones?
1.
Tentaciones del cuerpo. V3-4
“Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo
de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús, respondiéndole, dijo:
Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios”
El diablo en este pasaje intentó tomar
provecho del hambre que de seguro en lo físico el Señor experimentaba producto
del tiempo de ayuno que llevaba ya por varios días, y es que es astuto y
estudia muy bien cuál es la debilidad que en su momento se está experimentando
a fin de utilizarla como medio para tentar. A Jesús fue el hambre, pero en lo
físico hay muchas otras formas de tentarnos.
Hoy usted y yo estamos igualmente sujetos a
este tipo de tentaciones del cuerpo, pueden ser también relacionadas al alimento,
pueden ser relacionadas a algún tipo de alimento que está fuera de nuestro
alcance y que para obtenerlo tenemos que hacer uso del crédito o del dinero que
era para otras necesidades, pueden ser de aspecto sexual, pueden ser de aspecto
de moda con la cual irrespetamos el cuerpo o le hacemos daño, pueden ser
relacionadas a alimentos o sustancias que dañan el cuerpo, etc.
2.
Tentaciones de riquezas. V5-8
“Y le llevó el diablo a un alto monte, y le
mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti
te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido
entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán
tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está:
Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”
El diablo le ofreció al Señor todos los
reinos y sus riquezas, esto era algo grande a los ojos de nosotros los hombres,
sin embargo, el diablo olvidaba con quien estaba tratando, el Rey de Reyes y
Señor de Señores, para Jesús quizás esto no representara algo significante y
quizás usted diga que para usted si era muchísimo.
Pues es importante que estemos claros en
que Jesús nos ha prometido ser coherederos de las riquezas de su Reino, es
decir usted ha sido invitado por el Hijo Unigénito a compartir las riquezas del
Reino Celestial, por lo que usted tiene multitud de riquezas para cuando llegue
a la presencia del Señor, siempre y cuando haya depositado toda su confianza en
el Señor lo cual se demuestra por obediencia.
Es también cierto que las riquezas siempre
han sido para el hombre una fuerte tentación y son muchos los que no soportan
esta tentación y caen, un ejemplo fue Judas quien cayó en esta tentación y
vendió su fidelidad al Señor por 30 monedas de plata, al igual muchos son los
que tienen debilidad en este aspecto y es importante que como creyentes tomemos
conciencia de las riquezas que nos esperan si vivimos en obediencia al Señor,
pues el buen siervo recibirá mejor galardón.
3.
Tentaciones de poder. V9-12
“Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el
pináculo del templo, y le dijo: si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, en
las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios”
El Señor Jesús en estos textos fue tentado
a que se manifestara el poder de Dios a su favor sin necesidad de que se
hiciera, es decir no era necesario que él se colocara en ese lugar y se lanzara
para que el poder de Dios se manifestara sin embargo el diablo así le tentaba
inclusive haciendo uso de la Palabra de Dios para tratar de convencerle.
De igual modo muchos de nosotros podríamos
caer en el engaño de Satanás y querer hacer uso del poder que Dios nos ha dado
sin necesidad y sin que sea para la gloria de Dios. Así como también podríamos
caer en el engaño de recibir poder de Satanás, poder que sabemos que es
engañoso y momentáneo, olvidando que como hijos de Dios tenemos en nuestras
manos el poder y autoridad de Dios, el cual hemos recibido del Espíritu Santo
que Dios nos ha dado.
4.
Tiempo de descanso. V13
“Y cuando el diablo hubo acabado toda
tentación, se apartó de él por un tiempo”
Satanás al ver que no lograba convencer al
Señor de caer en sus patrañas, se fue de aquel lugar dejando en paz al Señor y
permitiéndole así culminar su tiempo de ayuno y preparación.
Así mismo podemos estar seguros de que si
resistimos las tentaciones que Satanás usa en nuestra contra el descanso
finalmente llegará pues Dios ha prometido en su Palabra que si resistimos a
Satanás él huirá de nosotros. ¿lo crees?
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