Texto: Juan 13:35 En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los
otros.
En la película
Karate kid se podía observar un muchacho que estaba siendo presa de un grupo de
muchachos abusivos quienes lo golpeaban y le robaban; pero un señor, maestro de
artes marciales, le invito a ese muchacho a entrenarle y así lo hicieron; este
joven al inicio no quería seguir las instrucciones y no lograba avanzar mucho,
sin embargo una vez empezó a seguir al pie de la letra las instrucciones pudo
rápidamente avanzar y hasta participó en un torneo de artes marciales
obteniendo la victoria al vencer ya en la final a quien tanto tiempo le había
hecho la vida imposible.
El problema es que como discípulos
desconocemos lo que conlleva serlo y no queremos seguir al pie de la letra las
instrucciones
Es necesario
que conozcamos a detalle lo que conlleva serlo y seguir dichas instrucciones
El pasaje leído
al inicio se enmarca en medio de las palabras del Señor durante la última cena
donde luego de anunciar la traición de Judas les da este nuevo mandamiento como
señal a los demás de lo que Dios ha hecho en ellos.
¿qué es un discípulo?
1.
Definición
El diccionario Bíblico Conciso
Holman lo define como “mensajero, enviado o embajador; testigo de por vida a
quien Dios llama para testificar de los actos salvíficos de Dios,
específicamente la muerte y resurrección de Jesucristo...en el mundo griego,
hablaba de un adherente a un maestro en particular o a una escuela religiosa o
filosófica. La tarea del discípulo era aprender, estudiar y transmitir los
dichos y enseñanzas del maestro. En el judaísmo rabínico el término hacía
referencia a alguien que estaba dedicado a las interpretaciones de la Escritura
y a la tradición religiosa que le había transmitido el maestro o rabino...se
usa para hablar en general de todos los que creen en el Señor resucitado”.
Entre los seguidores de nuestro
Señor Jesús en su momento como hombre en este mundo si bien en ocasiones la
palabra se emplea para mencionar a quienes habían creído mas generalmente se
emplea en el Nuevo testamento para referirse a quienes le seguían a todos los lugares a los que se dirigía, escuchaban sus
enseñanzas e inclusive en varias ocasiones pedían mayores detalles a fin de
conocer mejor que nadie a su Maestro y sus enseñanzas. Esa es la actitud que
Dios espera encontrar en quienes hoy se dicen sus discípulos. No basta con
decirlo es necesario mostrarse como tales buscando cada día conocerle más, cada
día compartiendo con otros de su amor y misericordia, buscando estar en su
presencia, permitiendo que sus directrices y su Espíritu sean quienes dirijan
nuestras vidas.
2.
El mandamiento para mostrarnos como
discípulos
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si
tuviereis amor los unos con los otros”
Jesús dejo en claro en este pasaje a los doce de que debían
tener un vínculo estrecho entre ellos con el fin de alcanzar a otros. El amor y
compañerismo son cualidades muy importantes que deben reflejarse en medio de la
iglesia del Señor y esto se ve evidente en lo indicado por el Señor en este
pasaje.
Este mandato no fue solo a los discípulos que estaban en ese
momento con el Señor sino que hoy día sigue igual de vigente. Si deseamos que
el Señor añada a su Iglesia debemos reflejar amor y compañerismo entre
nosotros, esto es sumamente importante pues note otras declaraciones hechas por
el propio Señor Jesús al ser acusado por los fariseos donde dijo “una casa
dividida contra si misma no prevalece”, es decir si estamos divididos no vamos
a subsistir en el tiempo por lo que es necesario que procuremos la unidad,
armonía, compañerismo, pero sobre todo amor no solo de palabra sino
principalmente de hecho, esta es la voluntad de Dios para con sus hijos.
3.
El trabajo asignado como discípulos
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es
dada en el cielo y en la tierra, por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Mateo
28:18-20
Este trabajo fue ampliamente aceptado y realizado por los
discípulos en aquel tiempo ellos entendieron que esto no era tarea solo de los
apóstoles, diáconos o pastores únicamente, esto se trataba de un mandato
general para todo el que se diga ser un discípulo.
Para la Iglesia de hoy es necesario que cada uno entienda
que es necesario cumplir con este trabajo que nos ha sido asignado, no puede
alguno llamarse discípulo de Cristo sino cumple con este trabajo, esto no es
algo asignado a unos cuantos es una tarea de cada uno. Usted no puede vivir una
vida cristiana sino está buscando alcanzar a otros para Cristo.
Hoy tienes en tus manos una clara visión de las
expectativas de Cristo, conoces la misión encomendada, conoces el principal
mandato relacionado a esto ¿qué harás con ello?
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