domingo, 18 de junio de 2017

Seamos discípulos

Texto: Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

En la película Karate kid se podía observar un muchacho que estaba siendo presa de un grupo de muchachos abusivos quienes lo golpeaban y le robaban; pero un señor, maestro de artes marciales, le invito a ese muchacho a entrenarle y así lo hicieron; este joven al inicio no quería seguir las instrucciones y no lograba avanzar mucho, sin embargo una vez empezó a seguir al pie de la letra las instrucciones pudo rápidamente avanzar y hasta participó en un torneo de artes marciales obteniendo la victoria al vencer ya en la final a quien tanto tiempo le había hecho la vida imposible.

El problema es que como discípulos desconocemos lo que conlleva serlo y no queremos seguir al pie de la letra las instrucciones

Es necesario que conozcamos a detalle lo que conlleva serlo y seguir dichas instrucciones

El pasaje leído al inicio se enmarca en medio de las palabras del Señor durante la última cena donde luego de anunciar la traición de Judas les da este nuevo mandamiento como señal a los demás de lo que Dios ha hecho en ellos.

¿qué es un discípulo?

1.      Definición

El diccionario Bíblico Conciso Holman lo define como “mensajero, enviado o embajador; testigo de por vida a quien Dios llama para testificar de los actos salvíficos de Dios, específicamente la muerte y resurrección de Jesucristo...en el mundo griego, hablaba de un adherente a un maestro en particular o a una escuela religiosa o filosófica. La tarea del discípulo era aprender, estudiar y transmitir los dichos y enseñanzas del maestro. En el judaísmo rabínico el término hacía referencia a alguien que estaba dedicado a las interpretaciones de la Escritura y a la tradición religiosa que le había transmitido el maestro o rabino...se usa para hablar en general de todos los que creen en el Señor resucitado”.

Entre los seguidores de nuestro Señor Jesús en su momento como hombre en este mundo si bien en ocasiones la palabra se emplea para mencionar a quienes habían creído mas generalmente se emplea en el Nuevo testamento para referirse a quienes le seguían a todos los  lugares a los que se dirigía, escuchaban sus enseñanzas e inclusive en varias ocasiones pedían mayores detalles a fin de conocer mejor que nadie a su Maestro y sus enseñanzas. Esa es la actitud que Dios espera encontrar en quienes hoy se dicen sus discípulos. No basta con decirlo es necesario mostrarse como tales buscando cada día conocerle más, cada día compartiendo con otros de su amor y misericordia, buscando estar en su presencia, permitiendo que sus directrices y su Espíritu sean quienes dirijan nuestras vidas.

2.      El mandamiento para mostrarnos como discípulos

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”

Jesús dejo en claro en este pasaje a los doce de que debían tener un vínculo estrecho entre ellos con el fin de alcanzar a otros. El amor y compañerismo son cualidades muy importantes que deben reflejarse en medio de la iglesia del Señor y esto se ve evidente en lo indicado por el Señor en este pasaje.

Este mandato no fue solo a los discípulos que estaban en ese momento con el Señor sino que hoy día sigue igual de vigente. Si deseamos que el Señor añada a su Iglesia debemos reflejar amor y compañerismo entre nosotros, esto es sumamente importante pues note otras declaraciones hechas por el propio Señor Jesús al ser acusado por los fariseos donde dijo “una casa dividida contra si misma no prevalece”, es decir si estamos divididos no vamos a subsistir en el tiempo por lo que es necesario que procuremos la unidad, armonía, compañerismo, pero sobre todo amor no solo de palabra sino principalmente de hecho, esta es la voluntad de Dios para con sus hijos.

3.      El trabajo asignado como discípulos

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Mateo 28:18-20

Este trabajo fue ampliamente aceptado y realizado por los discípulos en aquel tiempo ellos entendieron que esto no era tarea solo de los apóstoles, diáconos o pastores únicamente, esto se trataba de un mandato general para todo el que se diga ser un discípulo.

Para la Iglesia de hoy es necesario que cada uno entienda que es necesario cumplir con este trabajo que nos ha sido asignado, no puede alguno llamarse discípulo de Cristo sino cumple con este trabajo, esto no es algo asignado a unos cuantos es una tarea de cada uno. Usted no puede vivir una vida cristiana sino está buscando alcanzar a otros para Cristo.


Hoy tienes en tus manos una clara visión de las expectativas de Cristo, conoces la misión encomendada, conoces el principal mandato relacionado a esto ¿qué harás con ello?

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