lunes, 4 de mayo de 2015

El ídolo llamado afán


Texto:  Mateo 6: 25-34


Introducción: existe un área en la que la mayor parte de los creyente hoy en día somos atacados y se trata de los afanes, los cuales nosotros al saber que esto es parte de lo que Dios utiliza para darnos sustento, abrigo y techo muchas veces nos dejamos envolver a tal punto que todo lo que nos rodea queda como decimos en buen panameño “colgando” y sabemos que la voluntad de Dios no es que andemos de esa manera sino que él quiere que cumplamos todo a la manera y al orden correcto.

Proposición: hoy a la luz de la palabra de Dios revisaremos este interesante tema usando como base una historia muy aplicable al tema la cual está registrada en la palabra se trata de …

1.       La historia de María y Marta, las hermanas de Lázaro

 

En el libro de Lucas capítulo 10 versos del 38 al 42 nos relata esta interesante historia leámosla…

 

Cualquiera de nosotros podría pensar que María fue una floja o una aragan al preferir sentarse a los pies del Señor en lugar de ayudar a su hermana con las labores del hogar, pero en realidad Jesús da un claro llamado de atención no solo a Marta sino también a nosotros a través de esta palabra ya que muchas veces andamos como Marta enredados entre tantas cosas que hacer pero no nos damos cuenta de a quién tenemos en nuestros hogares, de a quién tenemos en nuestra congregación, de a quién tenemos en nuestros corazones. Pues es al propio Maestro, Jesucristo a quién tenemos y por ello tenemos que ser conscientes de la importancia de dar el tiempo necesario para aprender de Él, para adorarle, para compartirle con otros.

 

 

2.       ¿Cuál es el modus operandi del afán como instrumento del enemigo?

 

Pues como Satanás es el padre de la mentira, a él le encanta ir introduciendo las cosas sutilmente aparentando que no es nada malo, que no es nada que nos vaya afectar. Y los casos que como creyentes hemos podido observar son innumerables por ejemplo podríamos mencionar hermanos que estuvieron por mucho tiempo orando por un trabajo y al tener el trabajo que le pidieron al Señor el enemigo fue sembrando en ellos el deseo de hacer sobretiempos, el deseo de trabajar el día libre, etc con lo cual el tiempo de congregarse, de acercarse al Señor fue utilizado por el afán de tener mayores ingresos.

 

3.       ¿Cómo el afán se convierte en idolatría?

 

El enemigo utiliza cosas tan simples como la necesidad de dinero, el sentirse útil en cosas que nos agradan hacer, la solicitud de trabajo adicional por parte de nuestros empleadores, el deseo de incrementar nuestras ganancias y poder ofrecer mayores beneficios a nuestra familia.  Todas estas cosas si las analizamos no son malas por si solas sino que cuando ellas son puestas por encima de nuestro tiempo de buscar al Señor, por encima de nuestro tiempo de congregarnos, entonces se convierten en ídolos, recordando que un ídolo es todo lo que ponemos por encima de nuestra fe y confianza en el Señor.

 

En esta tarde no se cuál es tu decisión, pero tienes ambos ejemplos: el de María que por propias palabras del Señor eligió la mejor parte, o el de Marta que siguió afanada y turbada y no aprovecho la oportunidad de entrar en la presencia y gozo de su Señor.

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