lunes, 11 de mayo de 2015

Dios escucha tu petición

Texto: 1 Samuel 1: 8-11   y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿no te soy yo mejor que diez hijos?
9 y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, 
10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente 
11 e hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
 
Introducción: en medio de las aflicciones tendemos muchas veces a no saber qué  hacer, en esta oportunidad estaremos revisando parte de la vida de Ana, una mujer que vivía en medio de una aflicción enorme al no poder tener hijos y ser blanco de burlas, pero en medio de todo esto ella tomó una decisión sabia la de llevar su situación delante del Señor y así obtener la respuesta divina.
 
Proposición: revisemos a la luz de este ejemplo bíblico como Dios atiende nuestras peticiones.
1.       La aflicción te sumerge en un cuadro depresivo.
Ana estaba en una situación de aflicción en la que cada día la hacían pasar malos ratos recordándole que no era capaz de tener hijos, bajo la costumbre hebrea se media la bendición en base a los hijos por lo que ella sabía que era vista como una mujer desdichada, por lo que esto le creaba congoja y la hacía cada vez mas y mas sumergirse en la depresión al sentir que Dios no le daba ese hijo que ella tanto anhelaba.
Hoy por hoy en nuestras vidas hay situaciones que nos hacen pasar malos ratos, hay personas que toman estas situaciones y nos las hechan en cara para hacernos sentir mal, hay personas que nos cuestionan de donde está nuestro Dios si nos permite pasar por estas cosas, pero en medio de todo esto debemos mantenernos firme, fijando nuestra mirada en El Señor quien es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2.       El cuadro depresivo te lleva  a desesperarte y no saber qué hacer
No se muestran muchos detalles en cuanto a si Ana había ya pasado mucho tiempo o si en otras ocasiones se lo había pedido al Señor, a esos detalles no llegamos; pero lo que si sabemos es que incluso siendo creyentes al presentarle una situación al Señor y no ver una respuesta inmediata tendemos a entrar en desesperación, y sobre esto debemos tener mucho cuidado ya que la desesperación es un acto de falta de fe en el Señor, si nosotros le hemos puesto una situación a través de la oración en manos de Dios no debemos permitir que la desesperación llegue ya que esto indicaría que no creemos que El Señor lo vaya a hacer, bajo este tipo de situaciones debemos aprender a mantenernos confiando que aunque dura sea la situación Dios está allí y en el momento justo hará lo que en su voluntad tenga preparado para atender a nuestra solicitud.
 
3.       Nuestra esperanza está en el Señor, quién atiende nuestras peticiones.
 
Dice la palabra también en 1 samuel 1: 17 al 20 Elí respondió y dijo: vé en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. 18 Y ella dijo: halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.  19 y levantándose de mañana adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.  20 Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová.
 
Como observamos Ana puso su confianza en El Señor, ella clamó y mostró un corazón que creía en que Dios podía cumplirse su sueño anhelado de tener un hijo, al igual que Ana nosotros tenemos la oportunidad de en medio de toda aflicción poder recibir la respuesta de Dios librándonos de toda aflicción.
 
Entrega tus aflicciones al Señor y de seguro Él te librará de ellas.

lunes, 4 de mayo de 2015

El ídolo llamado afán


Texto:  Mateo 6: 25-34


Introducción: existe un área en la que la mayor parte de los creyente hoy en día somos atacados y se trata de los afanes, los cuales nosotros al saber que esto es parte de lo que Dios utiliza para darnos sustento, abrigo y techo muchas veces nos dejamos envolver a tal punto que todo lo que nos rodea queda como decimos en buen panameño “colgando” y sabemos que la voluntad de Dios no es que andemos de esa manera sino que él quiere que cumplamos todo a la manera y al orden correcto.

Proposición: hoy a la luz de la palabra de Dios revisaremos este interesante tema usando como base una historia muy aplicable al tema la cual está registrada en la palabra se trata de …

1.       La historia de María y Marta, las hermanas de Lázaro

 

En el libro de Lucas capítulo 10 versos del 38 al 42 nos relata esta interesante historia leámosla…

 

Cualquiera de nosotros podría pensar que María fue una floja o una aragan al preferir sentarse a los pies del Señor en lugar de ayudar a su hermana con las labores del hogar, pero en realidad Jesús da un claro llamado de atención no solo a Marta sino también a nosotros a través de esta palabra ya que muchas veces andamos como Marta enredados entre tantas cosas que hacer pero no nos damos cuenta de a quién tenemos en nuestros hogares, de a quién tenemos en nuestra congregación, de a quién tenemos en nuestros corazones. Pues es al propio Maestro, Jesucristo a quién tenemos y por ello tenemos que ser conscientes de la importancia de dar el tiempo necesario para aprender de Él, para adorarle, para compartirle con otros.

 

 

2.       ¿Cuál es el modus operandi del afán como instrumento del enemigo?

 

Pues como Satanás es el padre de la mentira, a él le encanta ir introduciendo las cosas sutilmente aparentando que no es nada malo, que no es nada que nos vaya afectar. Y los casos que como creyentes hemos podido observar son innumerables por ejemplo podríamos mencionar hermanos que estuvieron por mucho tiempo orando por un trabajo y al tener el trabajo que le pidieron al Señor el enemigo fue sembrando en ellos el deseo de hacer sobretiempos, el deseo de trabajar el día libre, etc con lo cual el tiempo de congregarse, de acercarse al Señor fue utilizado por el afán de tener mayores ingresos.

 

3.       ¿Cómo el afán se convierte en idolatría?

 

El enemigo utiliza cosas tan simples como la necesidad de dinero, el sentirse útil en cosas que nos agradan hacer, la solicitud de trabajo adicional por parte de nuestros empleadores, el deseo de incrementar nuestras ganancias y poder ofrecer mayores beneficios a nuestra familia.  Todas estas cosas si las analizamos no son malas por si solas sino que cuando ellas son puestas por encima de nuestro tiempo de buscar al Señor, por encima de nuestro tiempo de congregarnos, entonces se convierten en ídolos, recordando que un ídolo es todo lo que ponemos por encima de nuestra fe y confianza en el Señor.

 

En esta tarde no se cuál es tu decisión, pero tienes ambos ejemplos: el de María que por propias palabras del Señor eligió la mejor parte, o el de Marta que siguió afanada y turbada y no aprovecho la oportunidad de entrar en la presencia y gozo de su Señor.