Texto: Isaías 52: 13 – 53: 12
Introducción: quizás ya
muchas veces hayamos escuchado el nombre Cristo, el nombre Jesús, pero el
escuchar su nombre no nos hace entender lo que Él hizo por nosotros y por ello
en esta noche deseamos revisar este texto que fue escrito aproximadamente 700
años antes de que el Señor Jesús naciera pero donde se relata con lujo de
detalles lo que el Señor haría y el significado de este sacrificio
Proposición: te
invitamos en esta hora a abrir tu corazón y tu mente y escuchar lo que El Señor
quiere mostrarte
1.
Despreciado
y desechado de los hombres v3
En el tiempo en que el Señor estuvo como hombre en
este mundo hubo gran oposición de los suyos, de su raza, de su linaje, a tal
punto que ellos buscaban ocasión de acusarle, buscaban ocasión para condenarle.
Era tanta la oposición que en más de una ocasión el
Señor había librado de enfermedad a personas en día sábado, el cual era un día
bajo la cultura judía en que solo se debía descansar y no realizar actividad
alguna, pero estos en lugar de gozarse del milagro hecho por el Señor le
acusaban de porque había hecho este milagro en día sábado.
Llego a ser tanto el desprecio hacia Él, que
buscaron la forma de acusarle con falsos testigos a fin de condenarle a muerte,
aún cuando el gobernador Poncio Pilato no encontraba razones para acusarle,
pero este buscando evitar una rebelión de los judíos accedió a sus pretenciones
y les entregó al Señor para que ellos hicieran como les pareciera con él, y ya
sabemos que estos hombres ya iban decididos a darle muerte y muerte de cruz la
cual era la forma más vergonzosa de morir para una persona en su tiempo ya que
esta solo era utilizada para los peores criminales.
Hoy día la historia no ha cambiado mucho, en muchas
ocasiones se habla del Señor, de lo que vino a hacer en este mundo y cual es el
propósito, sin embargo la respuesta de una gran parte de las personas sigue
siendo el rechazo, sigue siendo la indiferencia e incluso se llega al tener a
quienes predican a Cristo como personas despreciadas y que no son bien
recibidas.
2.
Lo
que llevó el Señor v4-6
El Señor padeció al ser entregado a los judíos de un
sin número de cosas como el ser desfigurado por golpes y azotes, el ser
escupido e insultado, el ser humillado públicamente; pero la pregunta que surge
a todo esto es ¿porqué estuvo dispuesto a soportar todo esto si Él no era
culpable de nada?
Pues la respuesta es que la palabra de Dios nos
enseña desde el génesis que sin derramamiento de sangre no hay perdón de
pecados por lo que para sellar la oportunidad de recibir perdón para la
humanidad se debía derramar sangre, y usted quizás dirá pero era sangre
inocente, y es cierto.
Pero note lo que dice el verso 4 en su parte inicial
donde se indica que el Señor estaba llevando nuestras enfermedades y nuestros
dolores; y la principal enfermedad de la que sufre el hombre se llama pecado
porque dice la Biblia que esta enfermedad solo se cura con el perdón de Dios
pero para obtener ese perdón debía darse un pago para saldar nuestra deuda y
ese pago fue toda la sangre del hijo de Dios.
En la parte inicial del verso 5 dice que Él fue
herido por nuestras rebeliones, fue por la desobediencia tuya y mía a la
palabra de Dios, a los mandatos de Dios que Jesús tuvo que ir hasta esa cruz a
pagar el precio para que tu y yo tuviésemos la oportunidad de ver paz en medio
de la ira venidera de Dios, porque está establecido que Dios un día hará
derramar su ira sobre todos aquellos que no hayan aceptado el sacrificio hecho
por su hijo como pago de su pecado.
Pero note lo que dice el verso 6 donde se señala que
todos nos descarriamos y es así pues no hay una sola persona sobre este mundo
que no haya hecho algo en contra de lo que Dios pide, cada uno de nosotros en
algún momento de su vida ha tomado decisiones sin importarle lo que sabe que es
correcto o lo que moralmente conocemos como correcto; sin embargo aun siendo
nosotros así Jesús estuvo dispuesto a llevar el pecado de todos nosotros sobre
si mismo y morir para pagar el precio y saldar así nuestra deuda para con Dios
Padre, permitiéndonos así tener acceso a su perdón.
3.
La
actitud del Señor al llevar nuestra afrenta v.7
Cualquiera de nosotros al pedirle que haga algo por
una persona que sabemos que no ande en una vida correcta, no será muy
placentera en el hecho de ver ánimo o deseo de hacerlo ya que como seres
humanos nos gusta el crear prejuicios con las personas, sin haber hecho las
cosas nos gusta pensar por delante cual será la reacción de esas personas y
usualmente en este caso pensamos en que esa persona no agradecerá lo realizado.
Mas note que el Señor al ser afligido, golpeado y
humillado por nuestra causa Él decidió no abrir su boca, Él decidió no crear
oposición o presentar defensa sino más bien como aquel animalito que es llevado
al matadero se queda sereno esperando a que hagan con él lo que vayan a hacer;
pues así el Señor se comportó simplemente dejó que todo aconteciese para que
así que cumpliese el sacrificio que nos permitiera a ti y a mi tener acceso a
Dios a través de su perdón
4.
La
respuesta esperada a este sacrificio v.10 y 11
Todo lo que hizo el Señor tiene una finalidad por
parte de Dios mismo y es que nosotros actuemos en respuesta a lo que Él hizo y
esta respuesta se observa en el verso 10 donde se señala que a través de este
sacrificio el Señor verá linaje, pues dice la palabra que este linaje se
refiere a aquellas personas que por fe han creído en que ese sacrificio era por
ellos y al creerlo se hacen hijos de Dios y por ende reciben el perdón de sus
pecados y la herencia de una vida eterna junto a su Padre Celestial en los
cielos.
El verso 11 dice que el Señor justificará a muchos,
y pues ¿qué es esto de justificar? Pues se trata de presentarnos como personas
justas, limpias, sin pecado no porque no hayamos fallado a Dios sino más bien
porque hemos aceptado el precio de nuestro pecado que es el sacrificio hecho
por Cristo en la cruz Él pagó con este sacrificio el que nuestros pecados
puedan ser perdonados pero tu y yo tenemos que creer que este sacrificio fue
por nosotros y pedirle a Él que nos perdone, además de pedirle a Él que sea
quien de ahora en adelante nos guie para poder vivir una vida que valore ese
sacrificio hecho por Él en nuestro lugar porque en realidad nos correspondía a
ti y a mí morir por nuestros pecados.
¿Hoy
el Señor desea ver en ti una respuesta a su sacrificio, está en ti el pedirle
que te perdone y pedirle que dirija tu vida de aquí en adelante o el ignorar
este mensaje como lo hizo la gente de su tiempo quienes hoy están condenados al
infierno?
¿Qué
le dirás al Señor hoy?
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