Al igual que el cuerpo humano con cada parte, en la iglesia cada uno tiene una función que desempeñar y para la cual Dios nos ha escogido.
Efesios 4:11-12 Y el mismo constituyo a unos, apóstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
Y el mismo constituyo ¿Quién es el que escoge a los hermanos para una labor? ¿El pastor, la iglesia? La palabra nos señala que es Dios mismo quien escoge para una labor, humanamente esto se ve de manifiesto primeramente en el servidor a través, de un deseo de servir en algo en especifico, pero Dios también busca los medios de mostrar su voluntad, puede ser mostrado estas cualidades a los lideres en la iglesia, o simplemente poniendo en el corazón de los líderes de la iglesia el proponerle una obra en particular a los diferentes hermanos. Estos son solo dos ejemplos en los que el Señor puede manifestar su voluntad, pero Dios no simplemente lo hace así, sino que él sabe cómo hacerlo.
A unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelista; a otros pastores y maestros. Cuando Dios nos llama a formar parte de su pueblo y a vivir una vida abundante; el también ya conoce la labor que ha de encomendarnos; cada labor lleva consigo responsabilidades delante de Dios y de su iglesia y dependerá del desempeño de la misma el que al llegar a la presencia del Señor él nos diga como en Mateo 25:21 “y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. O su contra parte en la parte a del verso 26 siervo malo y negligente.”
A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. El Señor no constituye obreros para vernos trabajando, sino que tiene como propósito que los que hoy trabajan puedan ir preparando a los que el día de mañana estarán desempeñando esta función, ¿Qué quiere decir esto? Es de sana importancia que en la labor que estemos desempeñando hoy no obviemos el hecho de que tenemos que prepara a otros hermanos para esta misma tarea, porque somos eterno, pero no en este mundo.
Para la edificación del cuerpo de Cristo. Otro propósito al constituirnos obreros es el que cada uno de nosotros a través, de nuestro servicio al Señor estamos trabajando en hacer bases solidas en la fe, en el trabajo del Señor, en fin en cada área del servicio al Señor con el objetivo de fortalecer al cuerpo de Cristo en general, que no sea de unos cuantos, sino de la iglesia en general.
Esfuérzate en la labor encomendada y es el propio Dios quien te recompensara.
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