miércoles, 13 de marzo de 2013

Sé paciente

Santiago 5:7-8 por tanto hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor.  Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.  Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca

Humanamente cuando queremos algo o esperamos algo nos incomoda el que esto tardes o el no ver señales de que ocurra o vaya a llegar, esto suele llevarnos a desesperarnos, perdemos la esperanza y si es algo que involucra nuestro esfuerzo incluso “colgamos los guantes” (dejamos de luchar por alcanzarlo).
Veamos a la luz de la palabra del Señor a lo que nos exhorta Él…

1.       Iniciemos analizando el ejemplo del labrador contenido en esta pasaje. Para este ver el fruto o el resultado de su trabajo necesita hacer muchas cosas. Antes que nada necesita conocer cuál es el fruto que desea cosechar, luego debe disponerse a preparar el terreno, limpiando de piedras y malezas, para luego remover la tierra y prepara los surcos, y así estar listo para la siembra, luego de sembrar inicia con un período de riego de agua, fumigación, etc., así durante todo el tiempo de crecimiento de su producto hasta que finalmente llega el tiempo de la cosecha, en donde debe entonces buscar todos los implementos y ayuda necesaria para poder obtener todo el fruto de su trabajo.
Muy similar a este ejemplo es nuestra vida espiritual. Nosotros esperamos cosas en Dios, le pedimos cosas a Dios pero la palabra dice que de lo que sembremos de eso cosecharemos, asi es que también necesitamos pasar por cada uno de estos pasos para poder obtener el fruto que esperamos obtener.
-          Necesitamos estar claros en el fruto que esperamos obtener.
-          Necesitamos pedirle perdón a Dios y despojarnos así de las piedras y malezas de nuestras vidas.
-          Necesitamos cambiar nuestro malos hábitos u obras por cosas que a Dios le agraden; así removemos nuestra tierra y preparamos los surcos.
-          Allí estaremos listos para la siembra, para la petición, para iniciar el nuevo proceso que es el que quizás muchas veces dura más.
-          El riego, sobre este tema el Señor nos manda a orar sin cesar y es así como nosotros podemos regar nuestra tierra, orando, leyendo la palabra y siendo obedientes al Señor, solo así estaremos listos para cuando llegue la cosecha, ahora hay que tener en cuenta que dependiendo de la voluntad del Señor para nosotros y del fruto esperado, si es que el Señor lo considera bueno o si Él considera que estamos preparados para esto, nos tocará esperar para verlo.
2.       Invitación del Señor a ser pacientes
Volviendo al ejemplo anterior, ¿Qué pasaría si el labrador no tuviese paciencia para esperar a que el fruto estuviese listo? Seguramente echaría a perder la cosecha ¿verdad?... pues en el plano espiritual para con Dios sucede lo mismo, si no soportamos con paciencia a que el fruto esté listo podríamos echarlo a perder, y ¿cuándo sucede esto? Sucede cundo le pedimos cosas al Señor en oración pero al poco tiempo intentamos hacer estas cosas con nuestras fuerzas, y pretendemos ayudarle a Dios. Nada de lo que usted haga es porque Dios lo necesita, sino que muchas cosas Él se las encomienda al ser humano para usarlo como un instrumento en su obra, por ello al usted no esperar y pretender ayudar a Dios deja de ser ese instrumento en sus manos; debemos aprender a confiar en Él, a confiar en que si no vemos ese fruto esperemos pacientemente y confiados en que ha de llegar.

3.       Invitación del Señor a afirmar nuestros corazones
Conjuntamente con la paciencia es importante que afirmemos nuestros corazones ¿y de que trata esto? No es más que fortalecer nuestra fe y confianza en El Señor, y ya Él nos dio la fórmula para obtener esto en su palabra, en Romanos 10:17 “así la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”; la única forma de fortalecer nuestra fe es a través de la palabra del Señor, por ello si quieres afirmar tu corazón en el Señor, si quieres que tu fe crezca, entonces necesitas fortalecer tu estudio personal y congregacional de la palabra del Señor.

¿y cómo hacerlo? Así mismo como el labrador analiza cual espera que sea su fruto y emprende un plan con el cual obtenerlo y lo lleva adelante, así mismo requerimos hacer nos0tros. Necesitamos analizar que queremos leer ¿la Biblia completa? ¿el nuevo testamento?¿un libro en particular?, etc. Luego proponernos el tiempo en que queremos lograrlo y revisar bien si este plan, primero es realista y segundo revisar si la forma en que lo dividimos nos llevará a lograrlo en ese tiempo (hoy día   ya existen muchos planes a nuestra disposición que nos pueden ayudar en este tema), y por último el poner por obra el plan, esta quizás sea la parte más complicada, y es donde mayor oposición de parte del enemigo usted tendrá, pero esfuércese para así obtener el fruto.

4.       Por último, nuestra principal motivación para ser pacientes, la venida del Señor
Muchas personas las escuchamos decir… pero cuando es que viene, hace tiempo que vengo escuchando que viene y no viene nada… esta frase es común entre los incrédulos, pero no debemos permitir que estas nos hagan dudar o desesperarnos; la propia palabra del Señor nos invita a estar preparados para la venida del Señor, pero también nos invita a predicarles a todas las personas que nos rodean para que también puedan ser salvas, pero sobre todo y enfocados en el tema tratado el día de hoy nos invita a esperar pacientemente porque Él vendrá.

Ahora esperar pacientemente para nada indica el sentarnos sin hacer nada, sino que mientras esperamos debemos estar en lo que el Señor nos ha encomendado como acabamos de mencionar, es estar predicándole a otros de Cristo como Señor y Salvador de vidas, preparándonos para servirle mejor, apoyándonos unos a otros, en fin estando en todo aquello que glorifica a Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario