Deberes Cristianos

¿Conoces tus deberes como un hijo de Dios?

¿Sabías que Dios quiere que presentes tu cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios?

¿Sabías que dice la palabra que lo anterior es tu culto racional?

Romanos 12: 1-2  “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Para mejorar nuestra comprensión de la palabra hagamos lo que en ella misma se dice “escudriñarla”, es decir estudiémosla a profundidad y de una manera sencilla fraccionándola…

Sacrificio vivo:  no es entregarte para ser muerto o algo similar, sino es entregar tu vida a Dios en obediencia y servicio, y lealtad a Él.

Santo:  no es lo que culturalmente pensamos al escuchar el nombre santo, sino que nos apartemos de lo malo y busquemos el ser como su hijo Jesús.

Agradable a Dios:  lo agradable a Dios es la obediencia plena a Él, y eso solo lo podemos hacer con la guía del Espíritu santo de Dios que obtenemos al recibir a Jesús como Señor y Salvador, leyendo la palabra para conocer la voluntad de Dios y orando pidiendo la dirección y el poder de Dios para continuar.

No os conforméis: muchas veces el enemigo pone en nuestras mentes que no es posible ser mejores, o sentimientos de culpa, pero Dios te dice con esta palabra que puedes ser mejor para Él.

A este siglo: dice en Filipenses 2: 15 que vivimos en medio  de una generación malvada y perversa. Dios no quiere que nos amoldemos a ella sino que seamos agentes de cambio, es decir que primeramente no practiquemos lo que a Él no le agrada y que procuremos enseñar a todos lo que Dios quiere que ellos hagan.

Sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento: dice en 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.  Dios nos pide que estemos en constante transformación y renovación, Él no nos quiere ver cómo estamos ahora sino que Él quiere vernos siendo los hijos o siervos que Él espera y a la verdad los estándares de Dios son muy altos, Él quiere que seamos como su hijo Jesús, conocedor de la palabra, lleno de amor, manso y humilde, entre otras muchas cualidades.

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