lunes, 25 de noviembre de 2013

Cristianismo no adulterado

Jeremías 10:2  Así dijo Jehová: no aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.

 Título: Cristianismo no adulterado  

Introducción: en nuestros días es notoria una gran aceptación aún del pueblo de Dios de cosas que sabemos que a Él no agradan, muchas quizás respaldadas por un grado de tolerancia no correcto de parte del pueblo de Dios al pensar que son cosas propiamente de nuestro tiempo.  

 Proposición: analicemos a la luz de este pasaje el consejo de Dios respecto a esta situación…   

1. No aprendáis el camino de las naciones

Para que se de un aprendizaje debe darse una enseñanza, y para que se de una enseñanza debe haber un interés por conocer lo que se trata de enseñar.  Es por ello que aquí el Señor amonestaba al pueblo a través de este profeta indicando que debían cuidarse de no permitir en su corazón el deseo de aprender las malas costumbres, tradiciones y creencias de las personas que los rodeaban. Pero al igual que el Señor amonestaba al pueblo de Israel en su tiempo hoy nos hace la advertencia de tener mucho cuidado de no permitirle a nuestro ser que sea seducido o atraído a conocer y querer practicar las cosas que practican aquellos que no son parte de su pueblo o aquellos que sin temor de Dios hacen cosas que a Él no agradan.   

Un ejemplo sobre este tema sería el sentirse atraído a participar en la compra de música o películas piratas pensando que todo el mundo lo hace , tratando de engañarnos a nosotros mismos diciendo es que no tengo dinero para comprar la original o algo similar, pero sin darnos cuenta estamos haciendo lo mismo que hace el mundo, robar, si robar porque alguien invirtió, se esforzó y está esperando poder obtener beneficio de su trabajo pero haciendo esto el beneficio se lo lleva quien vende este disco pirata y no quien realmente se esforzó y es dueño del mismo. ¿Crees realmente que a Dios le agrade que participes de ello?   

2. Ni de las señales del cielo tengáis temor

Cuando el Señor a través del profeta dijo estas palabras se enfocaba en el momento en que el pueblo del Señor vivía, estaba en medio de una idolatría en la cual señales y actos de ocultismo eran manifiestos a los cuales muchos del pueblo del Señor creían y temían. 

Hoy día suceden situaciones muy similares muchos creyentes y no creyentes son atraídos por este tipo de “señales” las cuales parecieran ser hechos milagrosos de Dios pero en realidad son actos del enemigo para desviar a las personas de la fe verdadera. Esta frase de no tener temor de las señales del cielo desde Deuteronomio capitulo 4 fueron advertencias hechas por el Señor indicando que si su pueblo adoraba algo que no fuera a Él iba a ver cosas manifestarse que nada tenían que ver con él.   

Hoy por hoy son muchos los creyentes que temen ante brujo, ante un simple escuchar un cuento de miedo, ante un relato de situaciones paranormales en un hogar o que le hayan pasado a alguien, obviando que Dios en su palabra dice que tendríamos aún potestad de echar fuera demonios en el nombre de Jesús. Y no es de extrañarnos esto ya que vivimos en un cristianismo que muchas veces tiene mayor temor del enemigo que de Dios mismo.   Al Señor decirnos que no tuviésemos temor de estas señales se refiere justamente a que estemos conscientes de que estas se darán pero ante todas ellas el poder de Dios es mayor y por ello no debemos dar lugar al temor sino al poder del Señor para que sea manifiesto.   Y sin lugar a dudas también  el Señor nos invita a mantenernos totalmente apartados de este tipo de situaciones ya que hay creyentes que en un momento de dificultad en lugar de acudir al Señor llegan incluso a buscar ayuda en un brujo aun sabiendo que lo que este hace va en contra del Señor.   

3. Aunque las naciones las teman

Justo aquí radicará la diferencia entre quien realmente quiere obedecer al Señor siendo un Cristiano sin adulteraciones, un cristiano verdadero aunque el mundo entero vaya directo al despeñadero, vaya por un camino ancho que conduce al infierno, el cristiano verdadero se mantendrá en la verdad, le creerá a Dios e irá en contra de la corriente, ira así sea solo por el camino estrecho, por el camino de la verdad, por el camino que quizás las mayorías desprecian indicando que es aburrido, que esta fuera de moda, que esta obsoleto, o quizás pensando que creemos en historias que fueron, pero que hoy día no tienen validez.   A todo ello sabemos que nuestro Dios es verdadero, que Él tiene el poder hoy para hacer todo cuanto hizo en los tiempos señalados en las escrituras, que es Él quien nos ayuda en medio de cada una de las dificultades que vivimos en nuestro día a día.   

Recuerda el Señor te ha llamado a santidad y para alcanzarla necesitarás primeramente apartarte del mundo, sus deleites, costumbres y pasiones; por ello una buena forma de empezar a cultivar tu santidad es pidiéndole en oración al Señor que te ayude a fortalecer todas las áreas en las cuales sabes que eres atraído por las cosas de este mundo, pero sobre todo a hacer tu parte manteniéndote alejado de ellas, porque el Señor no nos llama a vencer estas cosas, sino que nos llama a huir de ellas.   

¿Y tú como te autoevalúas hoy, eres un cristiano verdadero o eres un cristiano adulterado? 

Si tu respuesta es la primera dale la gloria a Dios porque no es tuya sino solo de Él; pero si tu respuesta es la segunda entonces primero pídele al Señor que te perdone y que te ayude a poder orientarte en el camino correcto, que no es otro que seguir las enseñanzas y ejemplo de su hijo Jesucristo.

sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Qué pide Jehová tu Dios de ti?

Deuteronomio 10:12-13 Ahora, pues, Israel ¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo, para que tengas prosperidad?

Revisaremos lo que dice la palabra que debemos hacer para demostrarle amos a Dios, lo cual va muy relacionado con uno de los requerimientos que Dios tiene para todo aquel que dice creer en El.

Veamos de forma fragmentada lo que El Señor pide de nosotros.

1) Que temas a Jehová tu Dios
Temer a Jehová no tiene nada que ver con tenerle miedo a Dios, sino más bien con darle reverencia y respeto. ¿Y cómo le mostramos reverencia y respeto a Dios?, bueno en primer lugar teniendo un claro concepto de ambas reverencia (veneración, culto y respeto) (sumisión/consideración o reconocimiento del valor de una persona o cosa.) y en segundo dándole realmente ese primer lugar en nuestras vidas, tal y como él lo pide.

2) Que andes en todos sus caminos
Prestemos mucha atención a la palabra "todos", El Señor no nos pide algunos, sino todos, es decir, debemos desde orar y leer la palabra hasta congregarnos y serviles. No debe ser algo simple o conformista pudiendo caer en el pecado de creer que tal cual estamos en este momento estamos bien, sino que El Señor espera que constantemente estemos enrumbando nuestros pasos en cada una de las áreas de nuestra vida hacia lo que El espera de nosotros. Analicemos el porqué, "andes" es un verbo de acción continuo, es decir no solo ahora o que será en un futuro o fue en el pasado; sino que debe ser algo constante, sin detenerse, sin tomar descanso. Dios no espera ver en ti alguien que camines un tiempo en sus caminos, sino alguien que no desmaya en su búsqueda de Dios.

3) Y que lo ames
Tal como lo revisamos basados en Juan 14:21, el amor a Dios se demuestra con la obediencia a su palabra.

4) Y sirvas a Jehová tú Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
El servicio a Dios es muchas veces descuidado por creyentes en todas partes, muchas veces hemos escuchado expresiones como: ¡es que no tengo oportunidad porque estoy muy ocupado! ¡Es que no veo nada en que ayudar, porque ya lo hacen todo! O muchas similares; pero realmente cuando un creyente quiere servir a Dios encontrara el momento propicio para servirle, así sea recogiendo un papel, limpiando el piso del templo, arreglando las bancas, saliendo a evangelizar, invitando a otros a los cultos, escuchando a personas que atraviesan problemas, dando a los más necesitados, en fin existen muchas maneras de servir a Dios; pero es necesario que de una manera u otra cada creyente lo haga a fin de estar obedeciendo a esto que el Señor nos manda. Ahora bien, no por obligación, sino como dice el pasaje con todo tu corazón y con toda tu alma, es decir con todo tu ser y tus fuerzas, y movido principalmente por tu amor por El.

5) Que guardes los mandamientos y sus estatutos.
Esto va directamente relacionado tanto con andar en todos sus caminos, como en amarlo. ¿Por qué podría alguien andar conforme a la voluntad de Dios sin guardar los mandatos del Señor? O ¿Cómo puedes amarle sin obedecer su palabra? Realmente es imposible.

6) Para que tengas prosperidad.
No porqué el Señor te prometa esto debes hacerlo, sino porque dentro de sus mandatos manda a que lo amemos.

El ser prosperado por Dios debe ser solo el reflejo o pago dado por Dios para quien cumple con cada uno de los puntos antes señalado: temer a Jehová-andar en sus caminos-amarlo-servirle-y guardar sus mandamientos. Luego de haber revisado todo esto podríamos entonces pensar o concluir que únicamente con una vida dispuesta a dejarse moldear por el maestro y no dada a sentimientos de conformidad con lo que se es hoy, podrá entonces llevarnos a cumplir lo que Dios pide de cada uno de nosotros.