sábado, 4 de agosto de 2012

Muéstrale tu amor a tu Creador


Juan 14: 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama; será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.



Cuando un chico quiere mostrarle a una chica que esta interesado en ella, que llama su atención, ¿qué es lo que hace?, busca la forma de mostrarle que le gusta, ya sea con regalos, con palabras, en fin…



En este estudio de hoy revisaremos como tú puedes mostrarle a Dios que estás interesado en Él, en agradarle, en seguirle…



Veamos en forma desglosada este conocido pasaje:



1.       El que tiene mis mandamientos

¿Y  quién tiene los mandamientos de Dios? ¿Será aquel que lee la palabra? ¿Será aquel que intenta buscar las cosas del Señor?  Realmente es así, solo conocerá una persona lo que Dios le manda si le busca, si lee la palabra, etc.



2.       Y los guarda

¿Qué es guardar la palabra?  No se trata simplemente de guardarla en nuestra mente, sino que se refiere a tenerlos en nuestro corazón y ponerlos por obra en nuestras vidas.  En ello no podemos siquiera pensar ¡esto lo cumplo y estos no! Porque tan solo uno que no cumplamos, ya nos hace incumplidores de lo que Él nos ha encomendado.  Pero no confundamos esto con vivir basados en las obras, porque sabemos que para Dios lo fundamental es la fe, no las obras.



3.       Ése es el que me ama.

Como podemos entender, claramente este verso nos dice que a Dios se le demuestra amor en primer lugar conociendo su palabra, pero mucho más importante, poniéndola en práctica.



Pongamos un ejemplo:

Hablando de las olimpiadas, si un hombre ha estudiado todo acerca del atletismo y ha practicado durante años y al hacer sus pruebas personales sabe que tiene un tiempo con el cual fácilmente estaría entre los hombres más rápidos del mundo, pero jamás se atreve a mostrarle a quienes le darían la oportunidad de participar en los juegos olímpicos su habilidad ¿serviría de algo tanto conocimiento y habilidad? La respuesta es no.



E igual sucede con el creyente, de nada serviría si conoce la voluntad de Dios para su vida, si Dios le ha dado la habilidad de ponerlo en práctica, pero por temor o algo similar, no se atreve a hacerlo.



4.       La promesa de Dios

Y el que me ama; será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Con algo no tan sencillo, pero posible para nosotros como lo es el hecho de aprender/ conocer la palabra de Dios y obedecerla estaremos presentándonos a Dios como un hijo obediente, y que Padre no estará dispuesto a premiar a un hijo obediente, pues como dice la palabra si nosotros siendo malos sabemos dar buenas cosas a nuestros hijos cuanto mas lo hará Dios quién realmente es bueno; Él no solo promete darnos/ premiarnos cuando le pedimos algo sino que promete amarnos.



En este momento te pregunta el Señor ¿Quieres ser amado por mi?

Entonces procura conocer mi voluntad  y ponerla en práctica cada día de tu vida

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